Me río de los que tratan de ponerte etiquetas, de los construyen cercas a tu alrededor para mantenerte bajo control. Me río y al hacerlo también me río de mí; no han sido pocas las veces en que simplemente te he transformado en un ídolo que puedo manejar a mi conveniencia y usar para saciar los antojos que piadosamente he llamado “tu voluntad”.
Desconcierto, si... asombro y desconcierto, ambos ocurriendo al mismo tiempo. Contemplarte provoca en mí el deseo de gritar: “-Qué contradicción!”
El Creador del universo toma tiempo incluso para alimentar las aves y
vestir la hierba del campo. Te llaman “Altísimo”, pero para mirar tu
rostro debo inclinarme a la altura de los ojos de los humildes. Eres el
Dios de los dioses pero habitas junto a la viuda y el huérfano.
¿Qué clase de Dios es uno que para revelarse a sus criaturas, decide expresar un amor tan grande que provoca el escándalo de los que intentan decirte qué hacer? Hecho carne muchos te llaman “Hijo de David”, otros “Hijo de Dios”, tu prefieres llamarte “Hijo del Hombre”. Haces la paz con la humanidad sin derramar la sangre de tus enemigos, tu cuerpo sangrante y tus brazos abiertos en la cruz son los que convocan a todos, y desde todos los confines de la tierra, a la reconciliación.
Alfa y Omega, Cordero y León... ¿quién puede llegar a comprenderte? ¿quién si quiera podría osar definirte sin admitir que balbucea?
¿Qué clase de Dios es uno que para revelarse a sus criaturas, decide expresar un amor tan grande que provoca el escándalo de los que intentan decirte qué hacer? Hecho carne muchos te llaman “Hijo de David”, otros “Hijo de Dios”, tu prefieres llamarte “Hijo del Hombre”. Haces la paz con la humanidad sin derramar la sangre de tus enemigos, tu cuerpo sangrante y tus brazos abiertos en la cruz son los que convocan a todos, y desde todos los confines de la tierra, a la reconciliación.
Alfa y Omega, Cordero y León... ¿quién puede llegar a comprenderte? ¿quién si quiera podría osar definirte sin admitir que balbucea?
LA SALVACION QUÉ AMBIGUA…
ResponderEliminar• “Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” (Jn 3.16)
• “Y si diera todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregara mi cuerpo para ser quemado, pero no tengo amor, de nada me aprovecha.” (I Co 13.3)
• “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.” (Ef 2.8-9).
¿“Sin arrepentimiento ante Jesucristo, no hay salvación…si no eres cristiano…no será escuchado, ore por él para que conozca cómo ser él mismo salvo y se arrepienta” (Jn 14.6) (Martínez Bernal Mario E. III 03/16. emanuelempresae@gmail.com)?