Intro
Seguramente has escuchado esta frase, muy usualmente aplicada a las relaciones de pareja,para decepción de algunos, este no será el tópico de esta reflexión.
No estoy my seguro de que si la frase aludida sea siempre aplicable, después de todo hay quienes pueden llegar a ser tan diferentes en su forma de ver la vida, o generacionalmente que sería muy extraño verlos atraerse el uno al otro.
Cuando miro el ministerio de Jesús puedo observar que es él quien atrae a opuestos, los hace parte de un mismo equipo y les enseña a amarse. Veamos algunos ejemplos:
Pedro y Juan
Pedro, a todas luces el mayor de todos los discípulos. El único del que se habla tenía suegra y al único que Jesús le ayuda a pagar el impuesto del templo, es decir, tenía al menos unos 20 años.
Juan era otra cosa, un púber, la mascota del grupo, el que de acuerdo a la tradición es el más tardío en morir y eso calza con su aparente corta edad. Es el único en quedarse junto con las mujeres al pie del calvario mientras el resto de los discípulos huyen y eso tiene mucho sentido!! Mujeres y niños tenían trato especial a la hora de ser arrestadas por cuestiones ideológicas en el siglo primero. Los otros huyen, ya pueden correr la misma suerte que el Nazareno. Brecha generacional, brecha de formación, brecha en la forma de enfrentar sus teologías, ambos discípulos del maestro.
Simón el Zelote y Mateo
Simón, un revolucionario que pretende alcanzar la liberación del yugo de Roma a través de las armas. Ve en el Mesías al libertador esperado, el caudillo que exterminará la dictadura romana en lo que después se llamará Palestina.
Mateo, bueno, Mateo está del otro lado, él cobra los impuestos para Roma, es un traidor a la patria, se sustenta gracias a la opresión que ejercen los invasores, sin embargo ve en Jesús a uno que es capaz de darle esperanzas cuando todos ya lo han rechazado.
Y nosotros?
Convivir en Cristo es posible, no hace falta que todos pensemos lo mismo, pero si hace falta que todos miremos al Cristo de los evangelios y tengamos el anhelo de moldearnos a Él. Pablo dirá en una de sus cartas que Jesús es el "blanco perfecto", el referente y meta por excelencia.
Las etiquetas nos dividen, ¿conservador u ortodoxo?, ¿funda o posmo?, ¿calvinista o arminiano? y mientras tanto las palabras de la oración de Jesús en Getsemaní siguen resonando hasta hoy:
"...que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. " Juan 17:21
Piensa... te va a gustar!
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