Cuando una teología correcta no basta.


Si de campos de estudio se trata, ninguno se compara con la teología en su intento de alcanzar la verdad, al menos de la teología popular, la que llega y consumen las masas sedientas de claves que les permitan alcanzar cierta iluminación siguiendo 5 pasos de esto, confesando 4 principios de esto otro, etc.

Son muchos los esfuerzos que hacemos para poder tener un acercamiento fiel al mensaje del texto bíblico; esfuerzos que nos permitan afirmar con cierto grado de precisión alguna lista de credos/doctrinas; esfuerzos que nos permitan tener o al menos alardear de tener una “sana doctrina” o una “teología correcta”. Si bien estas expresiones no son sinónimas si son análogas.

Algunos van en pos de absolutos, otros apenas tenemos sospechas de lo que Dios quiere en ciertas áreas de la vida.

Es cierto, malas teologías usualmente se hacen praxis con mucha facilidad y sus resultados son catastróficos: bolsillos llenos a expensas de ingenuos creyentes, justificaciones de violencia en conflictos internacionales usando la Biblia, cartografía espiritual en base a experiencias paganas y malas lecturas bíblicas, marchas pro-familia que no son otra cosa que marchas homofóbicas anti-gay, etc. Independiente de cuáles puedan ser nuestras conclusiones teológicas, el hecho de pensar que nuestras conclusiones sean las correctas no basta. Una teología que no tenga implicancias prácticas no es más que  un mero hedonismo intelectual y no es mucho mejor que aquellas que criticamos.

Jesús se topa al menos dos veces con esta situación:

Primera situación

“En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos.  Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen.” Mt. 23:2-3

Jesús afirma el “catecismo” de los fariseos pero advierte que seguir su ejemplo (el de los fariseos) no es recomendable… no son consecuentes.

Segunda situación

“Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?…” Lucas 10:27-29

Este maestro de la ley tiene la respuesta correcta aunque no procede de un corazón correcto. Sabe a que Dios amar pero… pareciera que no sabe a qué prójimo amar. Al seguir la historia, Jesús magistralmente provoca la respuesta correcta a la pregunta “quién es mi prójimo?”, es el mismo maestro quien termina confesándola y admitiendo como héroe de la parábola a un “despreciable”samaritano.

Reflexión final

Tal vez por eso es que Jesús es tan duro con los religiosos de su tiempo. Sabían lo que debían hacer pero se negaban a hacerlo, la reflexión de cada detalle de la Torah había provocado una suerte de “sistematización” que añadía elementos, pasos, requisitos, prohibiciones, etc. todas cosas inexistentes en la ley, tal vez (y como toda teología) útiles en cierto momento pero innecesarios para perpetuarlos.

Creer tener una teología correcta y negarse a vivir en consecuencia es el caldo de cultivo de  una de los defectos más aborrecibles del ser humano y de la religión en específico: la hipocresía.

Creer tener una teología correcta y lanzarla en la cara de todo aquel que piense diferente es sin duda alguna un acto fatal de arrogancia, un no reconocer las limitaciones que tenemos como seres humanos frente al misterio de lo divino.

El maestro de la segunda cita bíblica parece estar preocupado mucho por el “más allá”, sin embargo Jesús aterriza su respuesta en una relación que tiene que ver con el “más acá”, que tiene que ver con el prójimo y el amor que debe nacer del corazón de todo aquel que, en este caso, se haga llame seguidor de Cristo: "anda entonces y haz tú lo mismo." Sin duda alguna puedo afirmar que creer tener una teología correcta no basta.

Piensa… te va a gustar






2 comentarios:

  1. Ps. Cesar Soto, le doy gracias a Dios por haberte creado, me haces pensar y eso me gusta :), aunque no siempre estoy de acuerdo con todo lo que escribes eres genial, siga así hno. bendiciones ;)

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  2. TEOLOGÍA
    TEO: Investigación de paradigmas, relacionados con lo sagrado, lo divino, con Dios; que se contextualiza; que es plural, diferente; heterogénea, como la cultura.
    Está en permanente deconstrucción y reconstrucción, de la trascendencia, en lo intercultural bíblico.
    Es intento de alcanzar la verdad, de Dios en el mensaje bíblico, entre doctrinas, dogmas, credos
    LOGIA: Diálogo abierto, respetuoso, porque no hay una sola verdad, ni la “Palabra de Dios” lo es, aunque sí para la mayoría de crédulos tradicionales, por sus experiencias
    (Panotto Nicolás Nuevos contextos, nuevas pedagogías… ¿nuevos desafíos teológicos? 02/04/2013. Lupa Protestante)
    Logia, de logos, palabra, verbo.
    Estudio del lenguaje usado para expresar y transmitir creencias en lo sagrado.
    Interpretación de las escrituras, podría ser una de sus responsabilidades (Mis tiliches teológicos: ¿Con qué se come eso de la teología.mistichishesteologicos.blogs.com I 21/15)
    Las hay malas, que manipulan hipócritamente a las crédulos, ingenuos, que no estudian, investigan, ¿perezosos iletrados? todo lo asimilan oral y tradicionalmente, hacen apuestas con el soberano ¿Necesita Él de nosotros?
    Éticas, ortoprácticas (Mt 23:2,3; Lc 10:27-29); en continuo estudio, aprendizaje (Cuando una teología correcta no basta. 20 de agosto de 2014)

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