Intro
Crecí viendo a mi padre realizar tremendos montajes industriales, piezas de alto tonelaje en posiciones virtualmente imposibles. Incluso en casa, cuando tenía que levantar e instalar elementos de gran peso y envergadura, mi padre se las arreglaba solo para dejar todo en correctamente montado. Cuando yo era un adolescente mi padre atrajo la atención de todo el vecindario cuando completamente solo instaló, a varios metros de altura, las cerchas metálicas de la iglesia que en esos años pastoreaba mi abuelo. “La clave de todo gran montaje” – explicaba, “es elegir el correcto sistema de poleas.”Poleas
Las poleas son invento extraordinario, son capaces de maximizar el uso de la fuerza de un motor o del esfuerzo humano. Si se usa una sola polea, una persona podrá levantar “X” cantidad de kilos, pero si añade otra polea, con el mismo esfuerzo podrá levantar 2X, el doble de peso con sólo añadir una polea! y si añades una tercera serán 3X con la misma fuerza.Teologías
Los debates en torno a las “Nuevas Teologías” versus las “Viejas Teologías” se acrecientan cada vez más. Pareciera una cuestión irreconciliable, la pelea de nunca acabar.Voy a explicar un poco el “problema” para que lo entendamos mejor.
La teología puede ser llamada ciencia, básicamente porque cuenta con una metodología y porque hace uso de otras ciencias auxiliares como la arqueología, filología, historia, etc.
Si somos plenamente honestos, la teología no es ciencia objetiva per se, es un discurso, un hablar de Dios. No se estudia a Dios como un objeto de laboratorio porque no se puede atrapar a Dios en un portaobjetos. El estudio que se hace “de Dios” es uno indirecto, a través de la Biblia, la observación de la realidad del hombre en relación con su entorno y sus semejantes, la filosofía y la interacción de todos los elementos citados. (y más) Digo que no es objetiva porque siempre pasa por el filtro interpretativo de quién hace el ejercicio teológico y ese filtro estará condicionado por la cultura que le rodea, los conocimientos que tenga del texto a analizar, la experiencia de vida, etc. También puedo decir que no es plenamente objetiva frente al resto del mundo intelectual porque partimos validando un libro (la Biblia) como palabra de Dios, esto trae consecuencias en la forma en que asumimos nuestras interpretaciones pues les dará un carácter “normativo”, pero sólo para aquellos que acepten la misma convicción. Ese puede ser uno de los errores más grandes que ha tenido la teología, o los cristianos que aplican las doctrinas derivadas de ella, imponer sus principios a aquellos que no son confesionalmente cristianos.
La Teología, así como otras ciencias dentro del campo de las letras, basa su cerco epistémico gracias a una serie de validaciones que tienen su base en la aceptación de ciertas convenciones. Por ejemplo: los biblicistas dirán “la Biblia explica la Biblia”, por lo tanto toda deducción estará basada en base a ese axioma; en el otro extremo, los liberales afirmarán que “no existe el elemento milagroso en la Biblia”, por lo tanto, cada vez que el interprete se tope con un evento que pudiera clasificarse como “milagro”, buscará la forma de explicarlo formulando teorías que satisfagan su a priori.
Teocéntrica, Cristocéntrica, Antropocéncrica
Las dos primeras categorías de hacer teología parecen ser casi intercambiables entre sí, pero no lo son; la última termina resultando fuera de lugar para quienes defienden las primeras dos.Esbocemos unas definiciones sucintas pero ilustrativas de lo que significan estas teologías.
Teocéntrica: Dios se revela al hombre, lo hace en la creación pero en especial a través de la Biblia, por lo tanto, la Biblia termina siendo autoridad absoluta en términos de doctrina y praxis de fe. Hablar de una teología teocéntrica es hablar de una que está basada indiscutiblemente en el texto bíblico. La frase favorita es: “escrito está.”
Cristocéntrica: Cristo, la máxima revelación de Dios, la Palabra hecha hombre. Un modelo cristocéntrico se basa fundamentalmente en el descubrimiento de la enseñanza de Jesús.
Los avances modernos en ciencias relacionadas a la historia y la posibilidad de tener más y mejores materiales de consulta bíblica, han permitido un re-descubrir evangélico del Cristo histórico, con las consecuencias y desafíos prácticos que ello conlleva.
Antropocéntrica: El Renacimiento, la Ilustración, el auge del avance tecnológico post-revolución industrial, el apogeo del humanismo, el escepticismo el empirismo y la reciente conciencia de “aldea global”, han puesto al hombre y su progreso en el centro de la acción. El despertar intelectual en las áreas de la física cuántica, la medicina micro-invasiva, el desarrollo de cohetes espaciales y la conciencia del fin del mundo en términos de extinción cósmica (somos la primera generación que tiene real conciencia de aquello), han hecho que el ser humano se sienta cada vez más empoderado de su presente y futuro y demanda, por lo tanto, que todos los elementos que interactúan con él, entre ellos la religión y su pensamiento teológico, se sometan a su personal escrutinio y demanda, además, que las conclusiones de la teología le sean funcionales a su nueva cosmovisión. Los fenómenos meteorológicos ya no son explicados en términos místicos y misteriosos y las enfermedades ya no son producto de la influencia espiritual de demonios, porque ante el “demonio del dolor de cabeza” los analgésicos parecen ejercer particular poder, en consecuencia, la primera tendencia del hombre de hoy es acudir al progreso de la especie a la hora de dar resolución a la problemática del día a día.
La “definición” anterior pareciera poner al hombre en una posición de privilegio y, al parecer, con una actitud muy egoísta. Es un intento de volver al lugar de privilegio que nos fue arrebatado cuando el sistema de explicaba el universo pasó de ser geocéntrico a un heliocéntrico. Si bien el foco era la Tierra, tenía la relevancia que tenía porque contenía al hombre. Una visión religiosa-oscurantista velaba o disimulaba ese deseo de protagonismo, pero era real. Hoy, con los argumentos del progreso, el hombre pasa a tomar un lugar de privilegio y punto de partida para todo el quehacer del conocimiento.
Entonces están mal las teologías antropocéntricas!! O no?
Los distintos enfoques de la teología pueden traer aparejados ciertos riesgos y tal vez lo que debiéramos proponer es un enfoque teológico multiaxial (varios ejes) y no el descartar una a favor de otra, dicho de otra forma, si nos construimos un “sistema de poleas”, podremos beneficiarnos de la sinergia que se provoca.Teo-axial
Para mí, el estudio sistemático que considera la Biblia como el medio que comunica la voluntad de Dios, es fundamental, en ese sentido, una teología teocéntrica es tremendamente útil. Los lenguajes originales y la aproximación gramático-histórica nos ayudarán a dar relevancia a lo que realmente es mensaje divino y nos hará poner en segundo plano aquellas cosas, eventos, narrativas, que pertenecen al marco socio-cultural que no constituye “Palabra de Dios” pero que si nos ayuda a completar el cuadro de la revelación especial.
Cristo-axial
Cristo es sin duda, el punto de crisis de la humanidad. En Cristo vemos al Padre y en Cristo, la Ley adquiere el significado real que representa el corazón del legislador. Cristo es quien define la verdad, haciendo de ella más que una idea, pues en Cristo la verdad es una persona. Ver la iglesia-sociedad (no concibo ambos términos como separados pseudo-antagónicamente) desde la perspectiva de Cristo es un ejercicio que está lleno de desafíos, y nuestras estructuras religiosas son las primeras en acusar recibo del desafío propuesto. Llamarnos cristianos y no pretender honestamente seguir al nazareno, es una total contradicción; enfocar la relación con Dios en términos de los rituales de la religión es un ejercicio reduccionista absurdo y una traición al mensaje cristiano.
Antropo-axial
¿Es posible sacar al hombre de esta ecuación? Imposible!! Hacerlo significaría una real contradicción con el mismo operar de la divinidad.
- Si afirmamos que Dios nos crea como corona de la creación y a Su imagen...
- Si sostenemos que la Biblia es el registro de la búsqueda incansable de Dios hacia el hombre en pos de la reconciliación…
- Si Dios mismo se hace hombre para revelar así su amor por sus criaturas…
- Si entendemos que la Biblia no nos cae del cielo como un libro a-histórico e inerrante, escrito de puño y letra del Creador… sino que son hombres los que escriben, hombres que registran éxitos y fracasos, devoción y enojo…
- Si todas las teologías, tal como lo hemos señalado, son los discursos de los hombres sobre la deidad…
Al parecer es Dios mismo quién se “centra” en el hombre como objeto de Su amor.
Conclusión
Si las tensiones son las que nos brindan los distintos matices que nos aproximan al correcto pensar y razonar, en este caso, en términos de Dios y su revelación, no hay problemas en admitir una Teología Multiaxial.Lo que el hombre tenga que decir de su relación con Dios es de tremenda importancia y no por ello quita a Dios de la escena, si pensáramos que así es, entonces deberíamos remover el libro de los Salmos, Eclesiastés o Lamentaciones. Tal parece que Dios, como supremo pedagogo, disfruta del diálogo con hombre que busca respuestas y hace teología “dialogando” y a veces contendiendo con Él. También parece que los únicos que resienten ese accionar del hombre con la divinidad son sólo otros hombres, los que usualmente creen que ya han aprendido de Dios todo lo que se puede llegar a aprender de Él y que sólo basta con repetir, de generación en generación las deducciones añejas que otros hicieron y que aplastan al hombre que pregunta hoy.
Si entendemos que con tres poleas levantamos 3 veces más peso con el mismo esfuerzo que con una, ¿no sería un ejercicio inteligente usar tres ejes de interpretación teológica a fin de enfrentar el desafío de una carga que se hace cada vez más pesada?
Piensa… te va a gustar!
0 comentarios:
Publicar un comentario