Llorar



"Jesús lloró..." Juan 11:35

El verso más corto de la Biblia encierra un aspecto del Cristo que muchas veces hemos querido ahogar con nuestras interpretaciones "elevadas". 


He escuchado a muchos decir que Jesús lloró por la incredulidad que veía a su alrededor... por favor!! Lázaro, su amigo, ha muerto! ¿Por qué se ignorar deliberadamente lo que versos anteriores señalan?:

"Jesús entonces, al verla llorando, y a los judíos que la acompañaban, también llorando, se estremeció en espíritu y se conmovió," v.33

Me resulta extremadamente insensible un Jesús que se frustrase al punto de las lágrimas simplemente porque la gente no crea que va a resucitar a Lázaro, como si resucitar gente fuera una cuestión de todos los días!!  Lázaro y su familia eran amigos de Jesús. Se nos olvida a veces que Jesús era humano, que sentía, que lloraba.

Muchas veces nos acercamos a la gente que sufre, amigos y familia incluídos,  y lo único que tenemos para decir son frases armadas, de esas que de tanto repetirlas terminan perdiendo todo sentido: 


"Ayudándole a sentir"
"Dios tiene un plan!"
"Dios está al control!"
"Dios obra en maneras misteriosas." 

Vamos! ¿Cómo se supone que le ayudaremos a sentir el dolor a alguien? ¿con un abrazo y una frase cliché? Y a pesar de que creamos expresiones como las que hablan de "control", "plan" y "misterio", en el momento de dolor, una frase reduccionista es lo último que alguien necesita escuchar.

Como en muchas ocasiones, no se trata de lo que decimos sino de lo que hacemos, a veces simplemente es estar ahí y en silencio gritar desde el corazón: "No estás solo, yo estoy contigo!" y dejar que esa compañía termine mostrando el amor y consuelo que Dios nos ha regalado como promesa.

"Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran." Rom 12:15


Piensa... te va a gustar!

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