La inexorable distancia que existe entre nosotros y la cultura del texto bíblico nos hace ignorar, con mucha frecuencia, ciertos detalles que al lector-oyente original de los relatos le hubieran parecido escandalosos.
Los evangelios de Mateo y Lucas parecen resonar con literalidad a la palabra profética de Isaías... "la virgen concebirá..."
¿Será posible que el relato encierre algo más que simplemente informarnos de la concepción milagrosa de Jesús el Verbo encarnado?
El judaísmo del siglo I era la decantación de una tradición rabínica que consideraba a la mujer como una criatura de segundo orden. Superaba a las bestias por poco y su lugar en la sociedad era muy frágil. Con gran facilidad eran repudiadas del matrimonio, las causales podían ir desde errar en la dosis de sal en las comidas, hasta la infidelidad. Como podemos imaginar, las causales respondían a un rango extremadamente amplio y por lo mismo antojadizo.
La mujer, siendo "el instrumento que provoca la caída del varón en Edén", era tratada frecuentemente con desprecio y además, por la misma razón, se afirmaba que el "pecado original" residía en su mismo cuerpo. Siguiendo esa línea de pensamiento, si hubiese sido posible concebir un ser humano sin la intervención de mujer alguna, este ser hubiese sido santo.
Lucas 1:35 dice:
"Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios."
La declaración del ángel pone patas pa'rriba las concepciones teológicas de la época. Este ser sería santo, no por la no intervención de la mujer, sino por la no intervención del hombre!
No intento decir que la premisa genética de la transmisión del pecado haya sido falsa y que invirtiendo el orden se transforme en verdadera. Lo que intento decir es que el relato no es meramente informativo de un milagro, es reinvindicativo del rol de la mujer en la sociedad.
Los fariseos pensaban que la causal de la opresión romana era que el pueblo, la gente de la tierra, no eran lo suficientemente devotos al Dios verdadero, por lo tanto imponían sobre el pueblo reglas que ni siquiera ellos podían obedecer. Siempre había que buscar un culpable: el pueblo impío, las mujeres, los gentiles que vivían entre ellos... (dale una lectura a Lucas 13 para entender mejor la idea)
Hoy, una suerte de renacimiento del fariseísmo parece surgir: "Estamos como estamos por culpa de... los gays, los inmigrantes, etc." Siempre es por culpa de otros... nunca de nosotros.
Amigos que siguen a Cristo, no estamos llamados a tolerar, estamos llamados a amar. Somos poco ofensivos cuando se trata de amar. Jesús ofendía con su amor, amaba a los pecadores, le seguían mujeres y hasta aceptó a alguna como discípulo, conversaba con mujeres en público... conversaba con mujeres samaritanas en público!!
Hasta los evangelistas (escritores de los evangelios) parecen seguir a Jesús en ese estilo. Un ejemplo simple: Mateo escribe la genealogía de Jesús, incluye mujeres, en una sociedad que no las consideran para avalar la ascendencia. Incluye 4, podría haber incluido a las grandes matriarcas: Sara, Rebeca, Raquel y Lea; en su lugar incluye a las "malas" de la película: Tamar, Rahab, Ruth, Betsabé! wow!!!
Donde al ser humano le gusta oprimir, a Dios le gusta liberar. ¿Será que podamos intentar lo mismo?
Piensa... te va a gustar!
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